¡Ah, electricidad! Este hada invisible que ilumina nuestras vidas y hace girar nuestras lavadoras. ¡Pero ahora se pone caprichosa y decide jugar al yo-yo con nuestras carteras! Sí, el aumento de los precios de la electricidad está en boca de todos y promete llevarnos a través de una montaña rusa emocional (y financiera) en 2025. Pero no te preocupes, ¡hay consejos sencillos para limitar el daño!
La subida de precios: un auténtico dolor de cabeza eléctrico
¡Agarrate a tus medidores, porque los números te pondrán los pelos de punta! Desde el 1 de febrero de 2024 los precios de la electricidad ya han aumentado con un incremento del 8,6% para la tarifa base y del 9,8% para la tarifa “punta valle”. ¡Pero esto no ha terminado!

El gobierno también planea aumentar el TICFE (Impuesto Interno sobre el Consumo Final de Electricidad). Es un poco como si nos dijeran: “Oye, vamos a recuperar lo que te dimos durante la crisis del Covid”. Bonito, ¿verdad? De hecho, este impuesto había disminuido antes de la crisis del Covid y de las subidas de los precios de la electricidad, para limitar los daños. Pero volverá a su nivel anterior a la crisis.
Para colmo, los costes de distribución eléctrica, denominado TURPE (Tarifa por el Uso de las Redes Eléctricas Públicas), aumentarán un 4,9% a partir del 1 de noviembre de 2024. Es un poco como si el cartero nos pidiera una propina para entregar nuestras facturas… Este aumento se aplicará a partir del 1 de octubre a los abonados a la oferta del mercado. Para los abonados de tarifa regulada, el aumento se producirá en febrero de 2025.
Por último, al contrario de lo que dicen algunos en las redes sociales, el IVA no se multiplicará por cuatro en toda nuestra factura eléctrica. ¡Uf! En realidad, es un poco más complicado. El proyecto de ley de finanzas de 2025 prevé un aumento del IVA, pero sólo en la parte de suscripción de nuestras facturas, que pasaría del 5,5% al 20%. En concreto, para una suscripción clásica a la tarifa azul del EDF de unos 150 euros al año, esto representaría un aumento de unos 22 euros en la factura anual. ¡Es como si nos robaran dos pizzas al año! (Y no pizzas congeladas, eh, ¡pizzas reales del pizzero local!)
¿Pero entonces mi factura explotará?
¡No tan rápido! A pesar de todos estos vertiginosos aumentos, hay un rayo de esperanza en el horizonte. Los costes del suministro de electricidad han caído drásticamente en los últimos meses (¡una caída del 200% en 18 meses, nada menos!).
Resultado ? La Comisión Reguladora de Energía (CRE) estima que la tarifa regulada podría caer alrededor de un 10% el 1 de febrero de 2025. El gobierno, en su proyecto de presupuesto para 2025, prevé incluso garantizar una reducción del 9% en la tarifa regulada en esta fecha. Es un poco como si nos dijeran: “¡Te vamos a robar la cartera, pero te prometemos que te dejaremos lo suficiente para comprarte un sándwich!”. En general, entre descensos y aumentos, el proyecto de ley no debería cambiar demasiado en febrero. Pero esto es sólo un pequeño respiro, porque en última instancia sabemos que los precios deben alinearse con los de nuestros vecinos europeos y, a pesar de los aumentos sufridos en los últimos años, seguimos siendo uno de los países más baratos de Europa.

Consejos para evitar ser engañado
Bien, ahora que hemos cubierto este alegre lío de precios, ¿qué podemos hacer para limitar el daño? Bueno, ¡es hora de convertirnos en ninjas ahorradores de energía!
Primer consejo: ¡caza vampiros energéticos! Apaga las luces cuando salgas de una habitación (incluso si piensas regresar en 30 segundos), desconecta tus electrodomésticos en standby (sí, incluso tu tostadora que solo se usa una vez a la semana) e invierte en bombillas LED (consumen menos y duran más).
Entonces ¿por qué no? contratar un contrato de electricidad ¿Con un nuevo proveedor? Es como cambiar de peluquero, ¡excepto que es tu billetera la que te lo agradecerá! Compare ofertas, negocie, atraiga la competencia. Quizás se sorprenda de los ahorros que puede lograr, ¡todo con solo unos pocos clics!

Y si realmente quiere presumir frente a sus vecinos, ¿por qué no optar por la energía solar? Imagínese: paneles en su techo y ¡usted es un productor de energía! Incluso puedes vender tu excedente a EDF (y quién sabe, tal vez convertirte en el nuevo rey del barrio). Lo hemos comprobado especialmente durante numerosas pruebas de estaciones solares: en 4 años, el tiempo de amortización de una instalación fotovoltaica se ha dividido por 3. Mientras que antes se necesitaban 10 años para amortizar su equipo, hoy son suficientes de 3 a 4 años. ¡La energía solar se ha convertido claramente en una inversión de futuro! Personalmente, si mi factura eléctrica para 2024 se mantuvo estable respecto al año anterior, la energía solar ha amortizado completamente el coste relacionado con la recarga de mi coche eléctrico adquirido a principios de año, y que debería haber representado entre 700 y 800 euros más a final de año. ¡Bastante bien!
Gas natural: una alternativa a no descuidar
«Pero de todos modos, ¡estamos hablando de electricidad, no de gas!» ¡Piensa de nuevo! El gas natural puede ser una excelente alternativa para determinados usos, en particular la calefacción o el agua caliente sanitaria, su uso puede costar menos que la electricidad. Entonces, ¿por qué no echar un vistazo a uno? suministro de gas natural ? Podrías matar dos pájaros de un tiro: diversificar tus fuentes de energía y potencialmente ahorrar dinero. No está mal, ¿verdad?
¡Mantén el ánimo en alto (y el humor)!
Recuerde: ¡el aumento de los precios de la electricidad no es inevitable! Con un poco de astucia y buena voluntad, podrás limitar su impacto en tu presupuesto. ¿Y quién sabe, tal vez incluso aprovecharlo? (Imagínate: “Cariño, ¿qué tal si vamos a un restaurante con el dinero que ahorramos en la factura de la luz?”)
Así que sigue sonriendo, apaga esa lámpara inútil y repítete que cada pequeño gesto cuenta. Al fin y al cabo, ¡la energía más barata es la que no se consume! Y si realmente necesitas comodidad, recuerda que al menos no tendrás que pedalear en bicicleta para encender tu televisor. (Aunque, podría ser una idea para el próximo confinamiento…)
En definitiva, este aumento de precios es quizás la oportunidad perfecta para repensar nuestra relación con la energía. ¿Y quién sabe? Quizás algún día nos reiremos de esos días en los que dejábamos nuestros cargadores enchufados las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Mientras tanto, mantente positivo y creativo, eso no cuesta nada. Y no lo olvides: la electricidad es como el humor, ¡hay que saber utilizarla!
Por favor, sea cortés: ¡un hola y un gracias no cuestan nada! Estamos aquí para mantener debates constructivos. Los trolls serán eliminados.